Esperando...

Esta vez no escribe Ángela, sino que soy yo, Laura. 

Estamos esperando que llegue su regla de febrero para poder hacerle el análisis de sangre con más cosas que he visto nunca, al tercer día, para ver que esté bien de todo (de cosas que en realidad suponemos que está bien, pero bueno, tiene que ser así, jeje). 
Aún una no se atreve a pensar más allá de todo ésto, de la histerosalpingografía que ya está hecha, del análisis de sangre que en unas semanas como mucho se hará, de la segunda cita que tendremos en el instituto Cefer... Una no se atreve a pensar del todo en cosas como nombres, habitación, como cómo le mirará el gato cuando nuestra familia de amplié, como cómo conseguiré que le guste Pink Floyd poniéndoselo flojito para dormir, ó cómo me mirará él ó ella sin entender nada desde su cuna cuando le señale con un dedo firme y serio diciéndole "yooooo sooooy tuuu padreeee" con voz a lo Dark Vader medio muerta de risa. 

Una no se atreve a pensar cómo será ser tres (ó cuatro, hay una posibilidad de gemelos que hay que tener en cuenta) en casa más el pobre gato... Pero a la vez, si que se atreve, y es bonito, más bonito de lo que pensaba no hace tanto. 

Así que aquí estamos, esperando, esperando a que acaben las primeras pruebas, a volver a ir a la Cefer con los deberes hechos, a empezar con el tratamiento de inseminación de verdad y a poder, de verdad y en voz alta, empezar a pensar en todas ésas cosas con algo más de seguridad, porque ilusión éso sí que lo tenemos ya.